Fuente: www.abc.es
Hallazgos arqueológicos apuntan a que estos caldos se elaboraron por primera vez hace 8.000 años en el Cáucaso.
Beber y ofrecer vino era una práctica habitual en el Neolítico.
Científicos
de la Universidad de Toronto (Canadá) y el Museo Nacional de Georgia han
descubierto dónde y cuándo los humanos alegramos por primera vez nuestros
corazones con el vino. Si bien hasta ahora la evidencia más
antigua situaba la invención de estos caldos hace unos 7.000 años en las
montañas Zagros de Irán, los análisis de los restos de unos antiquísimos
fragmentos de jarras de cerámica evidencian que ocurrió incluso antes y en un
lugar distinto: hace 8.000 años en lo que hoy es la República de
Georgia.
Una jarra neolítica, posiblemente utilizado para elaborar vino, del
sitio de Khramis Didi Gora, exhibido en el Museo Nacional de Georgia - J. Olszewski |