Fuente: www.abc.es
César Cervera
En los años finales
de la República romana, Marco Licinio Craso se hizo cargo de la campaña militar contra la rebelión de un
grupo de esclavos dirigidos por el mítico Espartaco. El rebelde tracio había logrado
derrotar a varias legiones, lo cual suponía un duro golpe para el orgullo
romano, exigiendo que fueran aplicadas medidas excepcionales. Designado pretor
con este propósito, Craso comenzó las
operaciones desempolvando el arcaico castigo de la decimatio
para emplearlo contra las legiones que habían huido cuando se hallaban al mando
de su predecesor. Este brutal castigo era tan salvaje como poco efectivo. La
fama de hombre sin corazón de Craso creció a pasos agigantados pero no así el
rendimiento de sus tropas, más atemorizadas que cualquier otra cosa.
Fotograma de la película «La legión del Águila» - ABC |